Nosotros no empañamos los vidrios,
lo hizo la lluvia,
la que obligó al pisca pisca a brillar
y luego a nosotros a encostarnos.
lo hizo la lluvia,
la que obligó al pisca pisca a brillar
y luego a nosotros a encostarnos.
Nosotros no empañamos los vidrios,
solo nos aseguramos de
que no pasará el empañamiento.