Me vestí con saco y corbata,
me perfumé, masculino y glamoroso.
Mi versión de diablo moderno para tentarla.
me perfumé, masculino y glamoroso.
Mi versión de diablo moderno para tentarla.
Ella se acomodó el pelo y sonrió.
En ese momento un hilo de viento apagó
la vela que iluminaba la mesa de la cena.
Jugué a ser el demonio,
y fue ella quien se llevó mi alma.
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